Visita Patxi (II)

El sábado nos levantamos todos para ir a la uni a comer y la fiesta de esa noche en el ático no pintaba nada bien, estábamos todos con una resaca interesante. Algunos aprovechamos la tarde para echar una pequeña siesta y una sauna para intentar soltar las tóxinas de la noche anterior. Después pedimos unas clásicas Babbel Pizzas y empezamos a tomar los primeros tragos con calma mientras el hombre karaoke (Helen) montaba el tinglado. Nos fuimos animando a base de patxaranes y de canciones hasta que nos apagaron la luz del ático y nos tuvimos que ir al Caio. Tengo que destacar la increíble actuación de Mitxel y Gorka cantando "Mi agüita amarilla" de Toreros Muertos, nunca olvidaremos esa letra llena de sentimiento. Bajamos a la calle y allí nos dimos cuenta de que alguno que otro iba bastante pasadito. El Caio estaba tranquilo hasta que entraron Aitor y Mitxel a darlo todo. Aitor cantaba a todo el mundo "Always look on the bride side of life" como él sólo sabe y Mitxel se sentaba en diferentes mesas a charlar con fineses que se quedaban asustados cuando empezaba a chapurrear inglés. Después Aitor se inventó la canción y el baile de "El piojo", dedicada al club de Melendi debido a que son sospechosos de llevar "illegal animals" en sus rastas. Mitxel hizo la serpiente para el disfrute de los allí presentes y Aitor le contestó con un calvo subido a una mesa. Y la gente ahora es cuando se pregunta: "¿Y no les echaron del bar?", pues no, esto es Finlandia. A la salida hicimos un poco de percusión en la caja metálica y Aitor improvisó un nuevo instrumento: la cabeza de Tony Hawk. Tony Hawk es un señor que aparece en el Caio con casco de skater. No se lo quita nunca porque tiene asumido que con el pedo que se va a enganchar esa noche, se va a abrir la cabeza y él es un hombre precavido. Aitor utilizó su cabeza como tambor y a pesar de las caras que ponía el hombre cuando le golpeaba, tenía buena sonoridad. El domingo a la tarde vimos una película tranquilamente y nos fuimos al centro a cenar algo y a tomar unas cañas de despedida. Acabamos en el Onnela tomando algo (y alguno jugando al Black Jack) pero nos fuimos pronto a Yliopistokatu que al día siguiente se iban mis amigos de vuelta a casa al mediodía.

Visita Patxi (I)

El miércoles por la noche sonó el timbre de mi casa y David después de mirar por la mirilla sólo dijo cuatro palabras: “Ostia, que es Mitxel”. Así empezó el largo puente que se tomaron cuatro miembros de mi cuadrilla en Oulu. Vinieron a visitarme, a pasárselo bien, a conocer mucha gente e incluso a practicar inglés. Creo que se cumplieron todos los objetivos con nota, ver a Mitxel entenderse con un australiano es algo que pensaba que nunca veríamos. El jueves se fueron al Onnela con Martín ya que yo tenía exámen al día siguiente y no era muy recomendable salir con estas fieras. Antes de irse hicimos una preparty karaoke en el piso de Elena que no tuvo desperdicio y sirvió para que algunos bajaran al centro calentitos a pesar de que esa noche cayera la primera nevada. El viernes fuimos a la ESN Dinner, que era una cena multicultural. Cada persona llevaba cosas típicas de su país para que el resto de la gente las probara. Nosotros llevamos tortillas de patata y patatas bravas pero en cuanto llegamos nos dimos cuenta de que había mucho nivel en la sala. Picamos un poco de todo y cuando nos aburrimos decidimos repetir el karaoke en casa de Elena. Cuando acabamos con la priva fuimos al Caio a ver que había. Fue una locura de noche, la verdad es que íbamos todos bastante cargados y a la salida montamos un espectáculo irrepetible. Empezamos a patinar en el hielo que se había formado enfrente del Tokmani, nos revolcábamos por la nieve, improvisamos una plaza de toros en la que Gorkita toreó a Mitxel con mucho arte, nos pegamos talegazos impresionantes y sobre todo no paramos de reírnos. Después de todo este festival de tajados Elena monto la after en el bunker para no pasar frío en la calle y echar los últimos bailes. Tenemos informes de que dos residentes en Oulu y uno de mis amigos abrieron una botella de absenta a las 6 de la mañana. La única pista que tenemos es que fue en un piso de Yliopistokatu 16 que huele a fritanga.

Tony's Birthday Party

Viernes otra vez. El cumpleaños de Antonio era el domingo pero decidimos celebrarlo el viernes sin su permiso ni consentimiento. Nos pusimos todos de acuerdo y avisamos a nuestros amigos de Erasmus en Oulu que el viernes la íbamos a liar parda en el ático de Tellervontie. Antonio no sabía nada y conseguimos llevarlo al centro por la tarde para preparar lo que a día de hoy, bajo mi punto de vista, ha sido la fiesta más entrañable de lo que llevamos por aquí chupando frío. La cara de Antonio cuando llegó nos lo dijo todo, era el tío más feliz del mundo. Después de las clásicas sesiones de fotos empezamos a abrir las cervezas y la gente iba apareciendo por el ático poco a poco. Se pasó mucha gente por allí a felicitar a Antonio o simplemente a saber qué pasaba en el octavo que se oía a muchos gipsys cantando. Nos cortaron la luz a eso de las diez y media y no tuvimos más remedio que seguir la fiesta en el pub que tantas noches de gloria nos ha dado, el Caio. Allí sucedió un poco lo de siempre, cada loco estaba con su tema. Jerome y Martín acorralaban a Iván en la barra, Antonio y Elena aprendían francés, yo seguía investigando sobre Finlandia y sus gentes de la mano de fineses borrachos y el pobre David estaba en la cama tratando de esquivar al pavo de la guadaña que le observaba de cerca. Cerraron el Caio y Vicente abrió el bunker para seguir la fiesta aunque dos miembros de la armada nos tuvieron que abandonar por cuatro razones o dos razones cada uno, como queráis.

Apertura de Vicentino's Club 16

Y llegó el viernes y nos enteramos de que Vicente se mudaba al 16. Decidimos que la ocasión merecía una bonita fiesta en su nuevo piso. Hicimos el botellón express en casa de Martin, una nueva modalidad en Oulu que ha sido creada debido a que siempre andamos mal de tiempo y que el alcohol es tan caro aquí que mezclarlo es pecado. Bajamos a Vicentino´s Club 16 y allí estuvimos todos mezclados con todo la peña de Erasmus. Nos lo pasamos en grande y oímos grandes frases en Gypsy Spanglish entre cántico y cántico. De repente a alguna mente perversa se le ocurrió ir al Caio a por chili vodkas y cuando nos dimos cuenta estaba todo el mundo siguiéndonos hacia allí. Dentro pasó de todo y cada uno se lo montó como pudo para poder salir de allí con vida. La vuelta del Caio fue impresionante, ocurrieron nuevos fenómenos paranormales como el baile desde el suelo que todavía no hemos descubierto quién inventó. Un muchacho venido desde Australia nos dio un auténtico recital de lo que es tajarse y pasárselo en grande. Grande Jerome! La fiesta se prolongó hasta las cuatro de la mañana hasta que ya sólo quedaban unos pocos intentando reanimar la fiesta.

Magia en el Onnela

Decir miércoles en Oulu es como decir Onnela. Es la noche en la que todo el mundo que puede y que no debe va allí a dar todo lo que tiene en su interior. Algunos van con toneladas de humo que vender, otros con litros de alcohol en la sangre y otros simplemente van. Esta vez la noche comenzó en el piso de una de nuestras kummis favoritas, Jenna. Nos fuimos al centro todos los Spanish People con unas cuantas cervezas y una botellita de Mintus. Nos lo pasamos en grande con las diversas actividades que surgieron como fotografía, cata de vinos, capea de kummis y como siempre canciones populares acompañadas de bailes regionales. Después de salir de allí nos dirigimos al Onnela acompañados de nuestras kummis favoritas para bailar un poquito y aprovechar las cervezas a un euro que nunca vienen mal. En el Onnela pasó lo de siempre, hasta la una estábamos todos desperdigados por las infinitas barras que hay intentando conseguir zumos de cebada con euroahorro. Después nos reunimos todos en la pista de la sala de pop internacional y allí empezó lo bueno. Apareció El Ciervo en algún momento pero no nos pilló del todo porque su amigo Absolut ya había hecho de las suyas unos momentos antes. Monopolizamos la pista con nuestros movimientos sexys de cadera y nuestras ya míticas coreografías improvisadas, ya somos conocidos como los Spanish Backstreet Boys. Nos volvimos a Yliopistokatu y Vicente la volvió a liar, como no, haciendo una nueva bunker-party. No duramos mucho allí encerrados pero algunos "gypsis" se lo pasaron bien con sus pequeños hurtos.